Hoy Fundación Pilares apaga 12 velitas, pero quiero hablar de una llama que sigue encendida.
Hace 12 años un grupo de jóvenes llegamos por primera vez a la villa 21-24 del Padre Pepe con poca experiencia de vida pero muchos ideales. Podemos decir que transcurrido ese tiempo, crecimos en experiencia pero esos ideales no cambiaron.
Me gusta pensar que había una llama en nuestro corazón que nos impulsaba a ir cada fin de semana al barrio a encontrarnos con algunas pocas personas que nos miraban con una mirada un poco desconfiada pero que poco a poco se fue transformando en una amistad.
Recuerdo como si fuera hoy esas charlas con Guille, Guada, Nacho, Chula (hoy miembros del Consejo de Administración) y otros en el trayecto del 37 que nos llevaba desde la puerta de nuestras casas a la puerta de la capilla prácticamente. Les puedo asegurar que nunca imaginamos que de esa pequeña llamita surgiría todo lo que paso en estos 12 años.
La vida nos fue llevando a cada uno de nosotros por diferentes caminos y nuevas personas se fueron sumando a esto que de a poco fue tornando en un proyecto, en una comunidad que excedía todo lo que podíamos imaginar. Podría decir que este fuego se nos fue de las manos, tomo vida propia y fue encendiendo a otros, una cadena ininterrumpida de encuentros, esfuerzos y sueños que hoy en día se sigue transmitiendo.
Hoy me toca estar de nuevo acá, después de 8 años en un rol diferente, pero para mí eso no cambia las cosas, porque sigo sintiendo que soy voluntario de la fundación y amigo de todo un barrio (¡ahora dos!).
En este contexto adverso que estamos viviendo tanto nosotros como las comunidades de la Villa 21-24 y 1-11-14, sé que todos estamos trabajando y dejando todo con alegría para poder superarlo de la mejor manera posible. Esto me emociona y me llena de esperanza porque más que apagar velas seguimos alimentando este fuego que nos ilumina y nos da calor. ¡GRACIAS!
Por todo esto, quiero agradecer a todos los que hacen que Pilares siga funcionando aún en este tiempo de pandemia, a los trabajadores de Pilares, a los voluntarios, a las empresas que nos acompañan, a los padrinos que nos siguen apoyando, a los que se sumaron con los bolsones o nos siguen por las redes. De nuevo ¡GRACIAS!
¡Por muchas velitas (o corazones) encendidos más! ¡Feliz Cumpleaños!
Joaquin Pousadela
Director Ejecutivo de Fundación Pilares
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